miércoles, 28 de marzo de 2012



El aumento de la desigualdad

Estos enfoques y conclusiones han sido reemplazados por visiones más complejas, que sostienen que una economía basada en el uso intensivo del conocimiento, producen más igualdad y más desigualdad, más diferenciación y más homogeneidad. En efecto, uno de los fenómenos más importantes en las transformaciones sociales actuales, es el aumento significativo de la desigualdad social. En las últimas décadas, según datos del banco Mundial, aquellos países que hacen uso de la información y el conocimiento en sus actividades productivas, en forma más intensiva, están aumentando significativamente la desigualdad social. Dado la complejidad de estos procesos, también se admite que como factor determinante de la desigualdad, la transformación en la organización del trabajo. Así, la incorporación de tecnología a los procesos productivos, lleva asociada la eliminación de numerosos puestos de trabajo. De esta forma, la creación de más puestos de trabajo no ocurren en aquellos lugares tecnológicamente más avanzados, sino en aquellos en que el costo del trabajo es parte importante del precio del producto. El crecimiento del empleo en estos lugares está muy limitado. En cambio en aquellos lugares más tecnificados donde los salarios son más modestos, explica la recomposición del empleo en función de la evolución tecnológica aumenta la desigualdad. Del mismo modo, la transformación en la forma de organización del trabajo está fomentando la exclusión en el ciclo productivo. La estabilidad del empleo resulta de esta manera para unos pocos trabajadores, la otra gran mayoría es empleada a través de empleos temporarios, trabajos a tiempo parcial, etc.

A partir de esta exclusión, según Castell (1995), se produciría una exclusión social más general. Esta exclusión modifica la estructura de la sociedad, ya que en ella coexisten los explotados, explotadores y los excluídos.

En este sentido, resulta interesante considerar lo dicho por D. Cohen (1997), en el sentido que las economías intensivas en conocimiento y productoras de ideas son más inequitativas que aquellas economías intensivas en personal y que fabrican objetos.


El aumento de la homogeneidad

La complejidad de estos procesos de cambios, se advierte cuando la desigualdad y la aparición de la exclusión, coexisten con una significativa disminución de las jerarquías tradicionales en la organización del trabajo. En la organización del trabajo basada en el conocimiento se tiende a reemplazar la organización de tipo piramidal de relaciones de autoridad, por redes de relaciones cooperativas. Bajo esta forma de organización todas las fases del proceso productivo son importantes y las personas en cualquier nivel de jerarquía que se ubique juega un papel crucial.  La relación entre las personas se torna más igualitaria. La personas que se integran a este tipo de organización forman una relación igualitaria entre los “incluidos”. En cambio los “excluidos” de ella, implica una separación más profunda.


La ideología de la desigualdad

El aumento de la desigualdad, tiende a ser explicado por teorías que tratan de explicar este fenómeno. Así por ejemplo, en el modelo capitalista tradicional, la pobreza o la condición asalariada, podían ser explicadas por un orden social injusto. En cambio, en el nuevo capitalismo es la responsabilidad personal, y los factores genéticos, el desarrollo cognitivo personal, tienden a explicar los factores de conducta y el comportamiengto social. Estos factores genético hereditarios serían difíciles de cambiar mediante políticas sociales.

Esta justificación de la desigualdad por medio de la investigación genética, es un ejemplo principal, de cómo el conocimiento en la determinación de la estructura social. Estos conocimientos, podrán servir para establecer políticas sobre reclutamiento de personal por ejemplo. Se abre de esta forma, la posibilidad de una sociedad organizada en nuevas y más virulentas formas de discriminación, basadas en el perfil genético de cada persona. La justicia ya no podrá estar basada en mirar a todos de la misma manera. Así, la justicia cambia de concepto. Ya no se trataría de un factor de discriminación sino de un factor de justicia que se adapta al caso en particular.

La crisis del Estado – Nación

La globalización económica, el cuidado del medio ambiente, la expansión del delito internacional como el narcotráfico, y la expansión de Internet como vehículo de circulación de información sin regulación en el ámbito nacional han contribuido a formar entidades políticas supranacionales, con lo cual el concepto de ciudadanía asociado a la Nación han comenzado a perder significado. Esto ha creado nuevos espacios de participación social. Surge de esta manera el significado de la ciudadanía planetaria de pertenencia al género humano. Las empresas tienden a ubicarse en cualquier lugar del mundo, donde los costos son menores, lo que tiende a debilitar a los estados para mantener los beneficios sociales y de bienestar. Esto dificulta a los estados para mantener su política monetaria por ejemplo, su presupuesto, su recaudación de impuestos y por ende las necesidades sociales de su población.

Esto, rompe el sentido tradicional de la solidaridad y la cohesión de las personas. Los excluidos de la globalización se apoyan en el rechazo a los externos. Así, surgen nuevas formas de solidaridad, de exclusión y de marginalidad.

La desintermediación

Todo este proceso económico- político, se refuerza también por la creciente globalización de las comunicaciones.
Las nuevas tecnologías de la información, han provocado el debilitamiento de la capacidad de los estados para controlar el flujo de información que circula dentro de determinadas fronteras, más aún se han borrado las fronteras políticas en la comunicación y la información. Esto ha sido desde un punto de vista político de vital importancia ya que se han traspasado las instituciones que representan a las personas, posibilitando la comunicación directa entre las personas. Esto para algunos analistas constituye un peligro para la vida política y para la democracia.

Las nuevas tecnologías

Los cambios culturales que se están produciendo esta relacionado con las nuevas tecnologías de la información, cuyo impacto no solamente en la producción de bienes y servicios, sino que también en el conjunto de las relaciones sociales. La utilización de esta tecnología, nos lleva a modificar los conceptos de tiempo y espacio. Con notables cambios en los patrones de conducta. Los enfoques tecnocráticos sostienen que esta tecnología es la solución a los problemas de la humanidad, ignorando la complejidad que conllevan los procesos sociales. Es en definitiva los factores sociales quienes deben tomar estas tecnologías y adecuarlas a sus necesidades, y no las tecnologías las que provocan los cambios sociales.


EDUCAR EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

CONOCIMIENTO Y SOCIEDAD

El conocimiento, como recurso, al parecer no tiene límites. Como sostiene Tofler, constituye un recurso que es infinitamente ampliable, y su uso no se desgasta, al contrario su uso produce más conocimiento. Este conocimiento para su desarrollo requiere de un ambiente de creatividad y libertad. En este contexto, el conocimiento y la información, presentan potencialidades democratizadoras, según el autor, quien sostiene que el uso de este conocimiento en forma intensiva, produce la disolución de las formas burocráticas de gestión, porque obliga a renovar permanentemente las líneas burocráticas de decisión en función de la acumulación e intercambio de conocimiento. La distribución de conocimiento, desde esta perspectiva, es más democrática que la distribución de cualquier otro factor, ya que cualquiera puede adquirirla, desde el más rico hasta el más pobre. Estas potencialidades democráticas del conocimiento, los han destacado la CEPAL y la UNESCO, en sus primeros análisis en lo que se denominó la estrategia de transformación productiva con equidad,. Estos análisis, se caracterizaron por un significativo optimismo acerca del papel del conocimiento en el desarrollo social de la región. Estos análisis, se apoyan en el progreso técnico que han tenido los países que tienen niveles aceptables de Producto Interno Bruto (PIB) y de equidad social. Este progreso técnico, es la variable que permite articular los objetivos de crecimiento, según los economistas de la CEPAL . Sin este progreso técnico, implica competir mediante disminución salarial y con una inadecuada depreciación de los recursos naturales. Estos factores no permiten garantizar el carácter sostenido del crecimiento, ya que los salarios inciden cada vez menos en la determinación del nival de productividad. Del mismo modo, las exigencias ambientales constituyen un factor de importancia cada vez mayor ene l proceso de incorporación al mercado internacional. Estos análisis, sostienen que sin progreso técnico, resulta casi imposible lograr los objetivos de equidad social y protección al medio ambiente, ya que implicaría detener el crecimiento económico, aspecto incompatible con las aspiraciones y expectativas sociales.

Esta centralidad del progreso técnico, es lo que la CEPAL y la UNESCO desarrollaron la idea que la educación y el conocimiento, constituyen la variable clave sobre la que se debe apoyar la estrategia de transformación productiva con equidad. La educación es una de las pocas variables que impacta simultáneamente sobre:

La Competitividad económica
La Equidad Social
El desempeño ciudadano